Doctora María Herrera en el momento de recoger el premio en la Real Academia Nacional de MedicinaDoctora María Herrera en el momento de recoger el premio en la Real Academia Nacional de Medicina
  • La jefa de los servicios de Geriatría y Cuidados Paliativos del hospital valdemoreño destaca la importancia del acompañamiento emocional y la comunicación con las familias para garantizar una atención digna y eficaz
  • El estudio reconocido demuestra que la integración de los cuidados paliativos mejora la atención hospitalaria, combinando humanidad y eficiencia

La Dra. María Herrera, jefa de los servicios de Geriatría y Cuidados Paliativosdel Hospital Universitario Infanta ElenaEste enlace se abrirá en una ventana nueva -centro público de la Comunidad de Madrid- ha sido distinguida con el Premio Nacional de Doctorado de la Real Academia Nacional de Medicina. Este reconocimiento destaca su labor en la mejora de la atención asistencial hospitalaria, evidenciando que la incorporación de una Unidad de Cuidados Paliativos (UCP) integral favorece tanto el uso racional de recursos como la calidad de la atención.

La investigación pone en valor un enfoque integral que atiende al manejo del dolor y otros síntomas, incluyendo dimensiones emocionales, psicológicas y sociales del paciente. "El acompañamiento cercano y personalizado es esencial para que el paciente y su familia afronten este proceso con dignidad y serenidad", explica la Dra. Herrera.

Innovación en el enfoque asistencial

El estudio destaca la relevancia de incluir terapia psicológica para gestionar el miedo, la ansiedad y la tristeza, así como reuniones periódicas con familiares para ofrecer información clara y apoyo emocional. Este modelo permite que los pacientes y sus seres queridos expresen sentimientos clave como "te quiero", "perdóname" o "gracias", facilitando un cierre emocional que contribuye a una mejor gestión del duelo.

Asimismo, la seguridad percibida en el entorno hospitalario es un factor clave. Las familias valoran la respuesta inmediata ante cualquier síntoma, la disponibilidad de habitaciones individuales y la presencia constante de un equipo multidisciplinar compuesto por médicos, enfermeras, psicólogos y terapeutas ocupacionales. En contraste, la atención convencional presenta deficiencias como la falta de comunicación clara sobre el pronóstico, un enfoque fragmentado en la enfermedad, un manejo inadecuado del dolor, escaso apoyo emocional y ausencia de recursos para la despedida.

Para mejorar la atención hospitalaria en el final de la vida, la Unidad de Cuidados Paliativos propone diversas estrategias fundamentales. Entre ellas, destaca la formación en comunicación sensible, que permite a los equipos médicos abordar con empatía conversaciones difíciles. Además, se plantean protocolos estandarizados para el control eficaz del dolor, junto con la disponibilidad de fármacos de rescate que aseguren el alivio de los síntomas en todo momento. También se promueve un enfoque multidisciplinar que integre psicólogos y trabajadores sociales en la atención hospitalaria general, garantizando un apoyo integral al paciente y su familia, y se aboga por la creación de espacios de acompañamiento que favorezcan despedidas en un entorno íntimo y respetuoso. Por último, se impulsa una cultura hospitalaria centrada en la persona, priorizando su calidad de vida más allá del tratamiento médico, lo que demuestra que el modelo implementado ofrece una atención más integral y humanizada, estableciendo un estándar que podría transformar la asistencia hospitalaria en su conjunto.

"La integración de los cuidados paliativos en la atención hospitalaria es un imperativo gracias a la eficiencia en el uso de recursos y por el compromiso ético de garantizar una atención verdaderamente humanizada", afirma la Dra. Herrera, "es importante que las autoridades sanitarias incorporen estas unidades de paliativistas en todos los hospitales, por su eficiencia y para acompañamiento emocional y la preparación para la despedida, transformando así la experiencia final del paciente y su familia", señala.

El estudio, que combinó métodos cuantitativos y cualitativos, evidencia que la intervención de la Unidad de Cuidados Paliativos reduce significativamente el número de intervenciones y tratamientos innecesarios siendo mucho más eficiente en el uso de recursos, generando diferencias estadísticamente significativas frente a la atención convencional. Esta gestión de los recursos no solo hace el sistema más sostenible si no que evita molestos y dolorosos procedimientos a pacientes en final de vida. Y así lo narran las familias entrevistadas en dicha tesis doctoral. Todos estos hallazgos consolidan la propuesta de integrar de forma sistemática los elementos de los cuidados paliativos en la atención hospitalaria, marcando un cambio sustancial en el abordaje de los momentos críticos que equilibre eficiencia y humanidad.