El Hospital Universitario Infanta Elena reanuda progresivamente su actividad en un contexto seguro
Tras acumular una de las mayores y más precoces experiencias en la batalla contra el virus, la desescalada ya es un hecho en el centro hospitalario
- El diseño y puesta en práctica de medidas, protocolos y procedimientos específicos permiten al hospital avanzar hacia la "nueva normalidad" para atender a todos los pacientes que lo requieran
- El proceso ha incluido la desinfección y recuperación de espacios y áreas, la implementación de protocolos para ofrecer atención segura a pacientes Covid y no Covid y la intensificación de estrategias y servicios no presenciales
- La hoja de ruta se ha completado con la realización de tests de anticuerpos a todos los empleados del hospital y la vigencia de todos los protocolos de alerta y recursos humanos y de equipos de protección necesarios para seguir gestionando la crisis
El nuevo coronavirus, el Covid-19, ha generado una crisis sanitaria sin precedentes a nivel mundial que llegó a nuestro país hace ya dos meses y medio, afectando entre las primeras regiones a la Comunidad de Madrid y, dentro de ella, de forma más precoz a centros como el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña.
El hospital valdemoreño es por tanto uno de los que más experiencia lleva acumulada y de los que antes tuvo que adaptarse y prepararse, planificando, anticipándose incluso, y posicionando a todos sus profesionales, espacios y recursos en primera línea de batalla contra el virus, siempre en total colaboración con las autoridades, para afrontar al mayor reto al que nuestro sistema sanitario se ha enfrentado. El estado de alarma que ha requerido, y que se proyecta ya a diez semanas, y el esfuerzo de los profesionales de la salud por una parte, y del resto de la sociedad por otra, han conseguido sin embargo que la epidemia se encuentre actualmente en una situación de progresiva remisión.
Así, ha llegado el momento de diseñar y poner en práctica medidas, protocolos y procedimientos que permitan avanzar hacia una necesaria desescalada en la que reanudar paulatinamente la actividad del centro y poder así atender a todos los pacientes que lo requieran, no solo los afectados por el coronavirus, en un contexto tan eficaz como seguro. Todo ello guiado por un Plan de Contingencia que posibilita permanecer vigilantes ante posibles nuevas recaídas, ya que el escenario sigue siendo de transmisión comunitaria mantenida, aunque por ahora controlada.
Espacios recuperados y circuitos "limpios" y seguros
La progresiva vuelta a la llamada "nueva normalidad" ha empezado en el Hospital Universitario Infanta Elena por una recuperación de los diferentes espacios y áreas puestos a disposición de la atención al coronavirus en el pico de la crisis, que ahora vuelven a tener su uso y función previos a la pandemia para poder atender a la creciente demanda de pacientes no Covid, tras un intenso proceso de limpieza y desinfección de todas estas instalaciones.
Asimismo, el centro hospitalario ha establecido estrictos protocolos para la atención segura de los pacientes Covid positivos y de aquellos afectados por el resto de patologías y problemas de salud, tanto en los servicios de Urgencias, Consultas Externas y bloque quirúrgico, como en Hospitalización, donde existen espacios y plantas totalmente diferenciadas para los dos grupos de pacientes.
El establecimiento de estos espacios "limpios", sumado a las medidas de seguridad, protección, higiene y distancia social requeridas por las autoridades, y adaptadas a cada ámbito y tipo de atención, tales como el uso obligatorio de mascarillas y la realización de higiene de manos, la recomendación de acudir al hospital sin acompañante para la realización de pruebas diagnósticas o asistencia a consultas, siempre que sea posible, o el ruego de ajustar al máximo la llegada al mismo a la hora de la cita para reducir en lo posible el tiempo de estancia en el centro, están permitiendo ya cuidar la salud de ambos tipos de pacientes con garantías de seguridad y eficacia.
En este reto está ayudando mucho, además, la filosofía del Hospital Universitario Infanta Elena de apostar por la digitalización para optimizar la atención ofrecida a sus pacientes, en base a la cual se están intensificando las estrategias y servicios asistenciales no presenciales que ya venían implementándose en el centro -como el seguimiento a través de seguimiento telefónico de consultas, el diálogo web, a través de su aplicación de desarrollo propio, el Portal del Paciente-, y a las que se están sumando nuevas iniciativas.
Esta estrategia de utilización de las nuevas formas de comunicación no presencial y potenciación de la telemedicina, que ha permitido minimizar la exposición y el contagio de pacientes y profesionales, ofrecer una monitorización clínica de calidad y seguridad, dando respuesta a la necesidad de seguimiento clínico sobre todo de los pacientes crónicos, y ayudar incluso al seguimiento en domicilio tras el alta de los pacientes positivos por Covid, continuará siendo una pieza clave en esta nueva fase de desescalada.
Reanudación de actividad asistencial
Todo ello ha ayudado y está acompañado de la recuperación de algunas actividades que en el pico más intenso de la crisis habían sido canceladas o reubicadas en otros hospitales, así como de la reanudación de la asistencia diagnóstico-terapéutica previa a la epidemia, priorizando la actividad programable urgente y no aplazable, e implicando tanto a la actividad de Diagnóstico por Imagen, Hemodinámica, y Hospital de Día Médico, como al bloque quirúrgico y a las consultas en numerosas especialidades.
Para lograrlo garantizando la seguridad e higiene en la atención ofrecida, tanto a pacientes como a profesionales sanitarios, el centro ha puesto en marcha numerosas y diversas estrategias preventivas, como las llamadas telefónicas de screening a los pacientes susceptibles de programar para valorar su riesgo de contagio antes de citarlos o intervenirlos o, en caso necesario e indicado, la realización de test PCR.
Una hoja de ruta que se ha completado a su vez con la realización de tests de anticuerpos a todos los empleados del hospital a fin de identificar a aquellos que pueden ser positivos asintomáticos para retirarlos de su actividad, y proteger así a los pacientes, y que mantiene vigentes todos los protocolos de alerta y los recursos humanos y de equipos de protección necesarios para seguir gestionando la crisis y estar preparados para cualquier posible repunte.
Todo ello para asegurar un contexto en el que cualquier persona que requiera asistencia sanitaria pueda acudir al hospital con las medidas y tranquilidad necesarias para cuidar de su salud, a fin de no seguir demorando la atención de patologías, problemas de salud o síntomas ya aplazados con la declaración del estado de alarma.