Los profesionales del Hospital Universitario Infanta Elena se forman para optimizar la atención a la violencia de género
- El hospital celebra una jornada para sensibilizar a los profesionales de la salud en la asistencia a las víctimas de este tipo de violencia y coordinar la actividad de los especialistas con la de Atención Primaria para dar continuidad asistencial a las pacientes.
- Las mujeres víctimas de violencia de género acuden con frecuencia a los servicios médicos por diferentes problemas de salud, por lo que éste es un primer escalón para identificar sospecha de violencia, y en el que, además, la paciente tiene la seguridad de la confidencialidad de su problema, de que se puede informar de recursos disponibles y de que se la puede ayudar a salir de su problema.
- La violencia de género tiene una indiscutible repercusión en el estado de salud de quien la sufre, afectando tanto a nivel físico, como mental, social y económico.
"La violencia de género ha pasado de ser un problema de la esfera íntima a ser un problema de salud pública, y hay que integrar este cambio en nuestra práctica profesional", asegura la Dra. Consuelo Fernández Dongil, adjunta del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, y responsable de la Comisión de Violencia del centro.
Ese es uno de los motivos por los que el martes se celebró la "Jornada Asistencia médica a la víctima de violencia de género" en este hospital, bajo la co-dirección de su directora asistencial, la Dra. Marta Sánchez Menam, y la Dra. Fernández Dongil, y con el objetivo de sensibilizar a los profesionales de la salud en la asistencia a las víctimas de este tipo de violencia y coordinar la actividad de los especialistas con la de Atención Primaria para dar continuidad asistencial a las pacientes.
Y es que las mujeres víctimas de violencia de género acuden con frecuencia a los servicios médicos por diferentes problemas de salud, por lo que éste "es un primer escalón importante para identificar sospecha de violencia, y en el que, además, la paciente tiene la seguridad de la confidencialidad de su problema, de que se puede informar de recursos disponibles y de que la podemos ayudar a salir de su problema, así como abordar los problemas de salud que le genere", explica la Dra. Fernández Dongil.
De hecho, en base a una estadística realizada en 2013 por la Organización Mundial de la Salud en 80 países de mujeres que habían sido víctimas de violencia de género y a la que alude la especialista, ésta tiene una indiscutible repercusión en el estado de salud de quien la sufre, afectando tanto a nivel físico (desde lesiones menos incapacitantes a la muerte o el suicidio), como mental (ansiedad, estrés postraumático, depresión...), social (aislamiento, cuidado de los hijos...) y económico (muchas veces implica pérdida del trabajo o incapacita para trabajar o estudiar).
De ahí la importancia de informar y sensibilizar a los profesionales que asisten a la víctima de violencia de género desde el ámbito sanitario, así como de formarles en la manera en la que hay que evaluar en consulta a la víctima, realizar el parte de lesiones y gestionar cada caso concreto, lo que se ha cubierto con la presentación de casos clínicos de la jornada que, en definitiva, han permitido "adquirir práctica en la aplicación de protocolos, aprender a identificar sospechas de violencia y cómo abordarla con la paciente, etc", concreta la responsable de la Comisión de Violencia del Hospital Universitario Infanta Elena.
Asimismo -concluye la especialista-, el curso, que ha ido dirigido tanto a médicos como matronas y enfermeras, también contempla el "análisis de los problemas éticos que la asistencia médica a la víctima pueda generar a los profesionales médicos, los cuales sobreentendemos en la mayoría de los casos, pero no suelen verbalizarse".