La UCI del Hospital Universitario Infanta Elena ofrece una asistencia humanizada para los pacientes y sus familiares
- Flexibilizar los horarios de visitas, establecer sistemas de comunicación, favorecer el bienestar del paciente a través del confort físico, ambiental, psicológico y espiritual y fomentar la presencia la participación de los familiares son las bases sobre las que se sustenta el Plan de Humanización de la UCI.
- La infraestructura permite desarrollar un proceso asistencial en un ambiente saludable y de confort para los pacientes, pero también se cuida a los profesionales para aliviar sus cargas físicas, emocionales y psicológicas.
El desarrollo tecnológico de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) ha relegado a un segundo plano las necesidades humanas y emocionales de pacientes, familiares y profesionales. Con el objetivo de alcanzar una asistencia sanitaria especializada en esa área del hospital, más humanizada y centrada en las personas, que sea más llevadera y amable para los pacientes, sus familias y los profesionales que les atienden, el Hospital Universitario Infanta Elena en Valdemoro, integrado en la red sanitaria madrileña, a través del Servicio de Medina Intensiva ha puesto en práctica el concepto de "Humanización de la UCI".
Desde su inicio a mediados de 2016, el centro sanitario cuenta con una serie de iniciativas en este campo para hacer más confortable la estancia, tanto de los pacientes como de los familiares, en la UCI. En este sentido, la doctora Mª Carmen García Torrejón, jefa de Servicio de Medicina Intensiva Hospital Universitario Infanta Elena, explica que el primer punto de partida ha sido "facilitar la accesibilidad de los familiares de pacientes a la UCI mediante la flexibilización de los horarios de visitas. Esto ha tenido muy buena acogida porque se pasó de una situación de visita puntual a sus familiares ingresados en horario de mañana y tarde de una hora a integrarles en el proceso de atención al paciente de la UCI y que participen en sus cuidados básicos y en determinados procedimientos como aseo, comida y rehabilitación, según criterio médico y en aquellos de larga estancia en la unidad".
Un adecuado proceso informativo por parte del personal sanitario tanto a los familiares como a los propios pacientes es otra de las características de una UCI humanizada. Para ello, se dispone de un "sistema de información diaria a familiares vía "on line", al que se accede a través del portal del paciente, en la web del HUIE. Por otro lado, hemos desarrollado sistema alternativo de intercomunicación para aquellos pacientes que lo precisen gracias. De esta forma, se dispone de una herramienta tipo pictograma, que permite facilitar esta comunicación no verbal de los pacientes, con el personal sanitario que le atiende", añade la doctora García Torrejón.
Bienestar del paciente
Otro de los pilares básicos sobre los que se sustenta esa humanización es el bienestar del paciente a través del confort físico, psicológico y espiritual y ambiental. En este sentido, Rebeca Muñoz Buil, enfermera supervisora de la UCI del Hospital Infanta Elena explica que "se promueven medidas que eviten y/o disminuyan las molestias físicas y que favorezcan la recuperación motora precoz; facilitamos medios de entretenimiento para pacientes como lectura, radio con auriculares, dispositivos multimedia, etc, así como el uso de la telefonía móvil, para favorecer el contacto con familiares y disminuir la sensación de aislamiento, con su uso puntual, pero sin posibilidad de recibir llamadas. También favorecemos la atención espiritual y religiosa, si el paciente o sus familiares lo demandan".
Asimismo, dentro de las medidas que faciliten el ritmo de vigilia-sueño y el descanso nocturno de los pacientes la UCI cuenta con un "control del ruido ambiental, manteniendo un ambiente lo menos bullicioso posible para mejorar el confort de los pacientes y su recuperación, disminuir el delirium y el estrés postraumático. También se realiza un ajuste del tono de alarmas, teléfonos e interfonos durante la noche y se disminuyen las actividades o intervenciones sobre los pacientes en los periodos de descanso", recuerda la enfermera.
Todo esto no sería posible sin una estructura que permita desarrollar un proceso asistencial en un ambiente saludable y de confort. De esta forma, la doctora García Torrejón explica que "se asegura la privacidad del paciente con boxes individuales que disponen de puerta de entrada cada uno de ellos. Para fomentar la comunicación y orientación del paciente existe un reloj y calendario visible desde la cama, así como la disponibilidad de conexión con el exterior gracias a una ventana en todos los boxes para no perder la orientación y el ritmo circadiano. También disponen de un intercomunicador visual y auditivo para ser pulsado por el paciente".
Además de la sala de información a familiares dentro de la UCI, disponemos de una sala de estar de familiares que intenta ser un espacio acogedor, amable y cálido, intentando crear un entorno hogareño, para que las familias se sientan acogidas como asientos tipo sofás para facilitar el descanso, aseos, dispensadores de bebida y comida, conexión wifi libre y gratuita, TV y tomas eléctricas para recargar el móvil, tablet y ordenador, entre otros".
Cuidados para el profesional
El desgaste emocional de la mayoría de los profesionales sanitarios que trabajan en la UCI exige un gran compromiso e implicación que proporciona una enorme satisfacción cuando las expectativas se cumplen, pero que si las cosas no van bien puede aparecer el Síndrome de Burnout (síndrome de desgaste profesional o de estar quemado). Para prevenirlo se ha desarrollado un programa de prevención e intervención que tiene como objetivo ayudar a los profesionales de las UCI, aliviando sus cargas físicas, emocionales y psicológicas, derivadas de su dedicación y esfuerzo. "Pese al temor inicial del profesional acostumbrado a trabajar en la UCIs como un espacio cerrado en el que la disciplina y la rutina forman parte del trabajo en equipo, gracias a la humanización de la UCI se ha transformado en satisfacción y muy buenas sensaciones", concluye la doctora García Torrejón.